Los imanes se atraen a otros imanes y al hierro. Pero entre imanes tienen también la capacidad de repelerse, pero entre imán-hierro no se repulsan.

En un contacto total entre hierro e imán, la atracción es igual de intensa que la atracción entre dos imanes iguales, siempre que el hierro sea de gran masa. Cuando no hay contacto total a mayor distancia, la atracción entre imán y hierro es más débil que la atracción entre dos imanes debido a la baja magnetización remanente del hierro.

Cuanto más aumenta la distancia, la atracción disminuye más rápidamente en comparación con la atracción entre dos imanes en bruto.

Este fenómeno es debido a que los materiales ferromagnéticos tales como el hierro, níquel y cobalto contienen partículas magnéticas permanentes considerados imanes elementales. Estos, pueden girar de manera individual y se pueden ajustar con mayor o menor intensidad mediante los campos magnéticos generados desde fuera. Así son magnetizados el material. 

Un imán permanente también contiene imanes elementales. La fabricación de imanes permanentes se realiza mediante un electroimán que genera un intenso campo magnético externo. Al desactivar este campo magnético, el ajuste se mantiene más o menos en el imán permanente, es decir, hablamos de remanencia (magnetización remanente: remanere = permanecer). Así pues, un imán permanente puede ajustarse y, por tanto, magnetizar otros materiales ferromagnéticos. Por ello, al contacto directo y pleno de un imán y hierro: el imán transfiere al hierro su magnetización y hace que el hierro se comporte como un imán.

En todos los materiales ferromagnéticos la orientación de los imanes elementales no es permanente. Esto depende de material y sus propiedades intrínsecas que tras eliminar el campo magnético externo, puede que quede ninguna, poca o mucha magnetización. Por ejemplo, en un hierro alta pureza, tras retirar el campo magnético externo se disuelve prácticamente por completo el orden de los imanes elementales pero en un hierro normal se mantiene mucho mejor la orientación de los imanes elementales.

Entre un imán permanente y una placa de acero la atracción disminuye rápidamente conforme aumenta la distancia, dado que la magnetización de la placa de acero se reduce rápidamente. Sin embargo, entre dos imanes permanentes se atraen con mayor intensidad conforme aumenta la distancia porque ambos imanes tienen una magnetización igual.

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